[CAST] El bautizo de la criatura
Este es un post importante, al menos para nosotros. Quizá pueda parecer simbólico, pero hasta ahora todo el mundo (casi todo, por lo menos) ha llamado a este proyecto Documental en Oussouye que no deja de ser algo así como un nombre genérico. Sin embargo, esta iniciativa, en la que los miembros del equipo han depositado tantas ilusiones y esfuerzos y vosotros tanta atención y cariño, ya tiene su propio nombre. Ha costado, pero simplemente porque el proceso de elección del nombre (en este caso el título) ha sido tan concienzudo y democrático como todo en este proyecto. Y antes de desvelar la incógnita… os explicaremos un poco ese proceso. Sí, ya lo sabéis, siempre estamos ansiosos por compartirlo todo con vosotros, es lo mínimo que os debemos por vuestro apoyo.
Para empezar hay que hablar de la decisión del “bautizo” en sí misma, porque ha sido una de esas cuestiones que ha puesto a los miembros del equipo constantemente en torno a una mesa para debatir. Como de costumbre había opiniones para todo. Xavi, el cerebro de todo esto, representaba uno de los extremos. Él consideraba que el título tenía que ser el adecuado y para eso era necesario tener absolutamente toda la información y permitir que el proceso estuviese mucho más maduro. No se trataba de precipitarse. Carlos estaba en el otro extremo. Creía que era importante que el proyecto tuviese un nombre con el que se identificase fácilmente. Él defendía que para enganchar con todos vosotros era necesario que pudieseis citarlo, referiros a él de una manera concreta, que algo sin nombre acaba cansando. El resto del equipo estaba entre esas dos posiciones. Al final, se impuso la sensatez y mira tú por dónde que Carlos estaba equivocado, que vosotros no necesitabais ponerle nombre a esta iniciativa, que os bastaba con saber qué estaba ocurriendo y que nuestro proyecto era serio y estaba lleno de ilusión. De todo se aprende.
Así, el nombre, el que os desvelaremos dentro de unas pocas líneas, ha ido fluyendo con naturalidad. De alguna manera es como si hubiese estado creciendo dentro del propio documental hasta que ha estado completamente formado, ha roto el cascarón y se ha mostrado. Entre tanto, nosotros hemos intentado vislumbrarlo en varias ocasiones. Antes incluso del primer viaje de preparación, cuando se preparaban la campaña de crowdfunding, los miembros del equipo barajaron diversas posibilidades. Algunas tenían relación con proverbios africanos, pero la vinculación con la cultura diolá no terminaba de quedar del todo claro, por eso en esa primera fase parecía ganar fuerza algo así como “Senderos en el bosque”. Era sugerente y muy simbólico. El bosque, como bosque sagrado de la religión tradicional. Los senderos como los caminos diversos que se deben y se pueden recorrer en busca de la paz. Y cómo esos caminos se encontraban, precisamente, en el bosque. Estaba bien, pero le fallaba algo. No terminaba de funcionar. Era una simple intuición. Y la búsqueda quedó aparcada.
El tema del título era recurrente cada vez que había que sentarse en torno a una mesa para debatir asuntos diversos durante el viaje preparatorio. A medida que avanzaba se iban imponiendo algunas condiciones. Tenía que ser corto y nos gustaba una palabra o una expresión en diolá. Jordi, que es el que domina la lengua, nos planteaba opciones, relacionadas con la paz, con el diálogo, con la participación, con la cultura tradicional. Seguro que habéis asistido alguna vez a una discusión para elegir el nombre de un niño (o de una niña). Pues os podéis hacer un poco a la idea, valorábamos cómo sonaba en castellano o en catalán, las rimas, las deformaciones, las similitudes fonéticas. Todo para dar vueltas y vueltas sin atrevernos a tomar una decisión definitiva. Un proceso que se prolongó hasta el segundo viaje y en el que fue tomando fuerza, por ejemplo, “Ujamoral”, que significa algo así como ponerse de acuerdo. Pero tampoco tenía lo que queríamos.
Ahora que el montaje toca a su fin no podíamos posponer más la decisión. Hemos mirado en el lugar en el que se incubaba el huevo y hemos visto que ya había eclosionado sin que nos diésemos cuenta, mientras nosotros estábamos preocupados por las cuestiones más técnicas. Así que aquí está. El documental se titulará… “Kásuumaay”. A los que sabéis algo de cultura diolá quizá os defraude en un primer momento, pero pensadlo bien. De hecho “Kásuumaay” fue una de las primeras opciones que barajamos cuando buscábamos una palabra diolá. Y también fue una de las primeras que descartamos. Ha sido algo así como el suplente que ha continuado entrenando sin descanso confiando en que el míster acabaría contando con él.
Todo lo que tiene que ver con la Casamance se llama Kásuumaay. En ese primer momento nos parecía la solución facilona. Demasiado manida. Demasiado previsible. Pero, ¿qué queréis que os digamos? A estas alturas y después de darle muchas vueltas, creemos que no hay una expresión mejor para nuestro proyecto. A veces pasan estas cosas, tomando una decisión muy concienzuda llegas a la misma conclusión que con la primera impresión. Sin embargo, para nosotros “Kásuumaay” no es un título superficial. No sólo es el saludo. “Kásuumaay” estrictamente significa “la paz”. “Kásuumaay” aparece hasta el infinito en cualquier conversación. “Kásuumaay” es el deseo que un diolá transmite sistemáticamente a su interlocutor. “Kásuumaay”, seguramente, es el anhelo más repetido de cualquier casamancés. Por eso mismo, “Kásuumaay” (la paz) es lo que el equipo del documental más comparte con las personas de las que tanto hemos aprendido. Y “Kásuumaay” es lo mejor que os podemos transmitir y desear a todos vosotros.
Así que, a partir de ahora, llamadlo “Kásuumaay”, sentid “Kásuumaay” y vivid “Kásuumaay”. Kásuumaay a todos vosotros.
[CAT] El bateig de la criatura
Aquest és un post important, si més no per a nosaltres. Potser pugui semblar simbòlic, però fins al moment gairebé tothom, com a mínim, s’ha referit a aquest projecte com Documental a Oussouye, que no deixa de ser quelcom un nom genèric. Però aquesta iniciativa, on els membres de l’equip hi han esmerçat tantes il·lusions i tants esforços, i vosaltres tanta atenció i tant d’afecte, ja té un nom propi. Ha costat, però només perquè el procés d’elecció del nom (en aquest cas del títol) ha estat tant conscienciós i democràtic com tot en aquest projecte. Abans de desvetllar la incògnita… us explicarem una mica aquest procés. Sí, ja ho sabeu, sempre estem impacients per compartir-ho tot amb vosaltres, és el mínim que us devem pel vostre suport.
Per començar hem de parlar de la decisió del “bateig” en sí mateix, perquè ha estat una d’aquelles qüestions que ha posat als membres de l’equip constantment al voltant d’una taula per debatre. Com ha succeït en diferents ocasions, hi han hagut opinions per a tots els gustos. El Xavi, el cervell de tot això, representava un dels extrems. Ell considerava que el títol havia de ser l’adequat i per això era necessari tenir absolutament tota la informació i permetre que el procés estigués molt més madur. No es tractava de precipitar-se. El Carlos, estava a l’altre extrem. Creia que era important que el projecte tingués un nom amb el qual s’identifiqués fàcilment. Ell defensava que per enganxar amb tots vosaltres era necessari que el poguéssiu citar, fer referència a ell de manera concreta, que qualsevol cosa sense nom acaba cansant. La resta de l’equip estava entre aquestes dues posicions. Al final, es va imposar el seny i ves per on el Carlos estava equivocat. Vosaltres no necessitàveu posar-li nom a aquesta iniciativa, teníeu prou amb saber que estava succeint i que el nostre projecte era seriós i estava ple d’il·lusió. De tot s’aprèn.
Així el nom, el qual us desvetllarem en les properes línies, ha anat fluint amb naturalitat. D’alguna manera, és com si hagués estat creixent dins el propi documental, fins que ha estat completament format, ha trencat la closca i s’ha fet veure. Entre tant, nosaltres hem intentat entreveure-ho en diferents ocasions. Fins i tot abans del primer viatge de preparació, quan es preparava la campanya de crowdfunding, els membres de l’equip van pensar diverses possibilitats. Algunes tenien relació amb proverbis africans, però la vinculació amb la cultura diolà no estava del tot clara, per això en aquesta primera fase semblava que anava guanyant força alguna cosa semblant a “Senders al bosc”. Era suggeridor i molt simbòlic. El bosc, com bosc sagrat de la religió tradicional. Els senders com els diferents camins que es deuen i es poden recorre per buscar la pau. I com aquests camins es trobaven, justament, al bosc. Estava bé, però hi faltava quelcom. No acabava de funcionar. Era només una intuïció. I la cerca va quedar aparcada.
El tema del títol era recurrent cada cop que havíem de seure’ns al voltant d’una taula per debatre assumptes diversos durant el viatge preparatori. A mesura que avançava s’anaven imposant certes condicions. Havia de ser curt i ens agradava que fos una paraula o una expressió en diolà. El Jordi, que és el que domina la llengua, ens plantejava opcions, relacionades amb la pau, amb el diàleg, amb la participació, amb la cultura tradicional. Segur que heu assistit alguna vegada a una discussió per escollir el nom d’un nen o d’una nena. Aleshores, podeu fer-vos una mica la idea … valoràvem com sonava en castellà o en català, les rimes, les deformacions, les semblances fonètiques. Tot per donar-hi voltes i voltes sense atrevir-nos a prendre la decisió definitiva. Un procés que es va perllongar fins al segon viatge i on va anar prenent força, per exemple, “Ujamoral”, que vol dir alguna cosa semblant a posar-se d’acord. Però tampoc tenia tot allò que volíem.
Ara que el muntatge està a punt de finalitzar no podíem endarrerir més la decisió. Hem d’anar a mirar al lloc on s’incubava l’ou i hem vist que ja havia eclosionat sense que ens en haguéssim adonat, mentre nosaltres estàvem preocupats per les qüestions més tècniques. Així que aquí està. El documental es titularà… “Kásuumaay”. Als que coneixeu alguna cosa de la cultura diolà potser us haurà decebut en un primer moment, però penseu-ho bé. De fet, “Kásuumaay” va ser una de les primeres opcions que ens vam plantejar quan buscàvem una paraula diolà. I també va ser una de les primeres que vam deixar de banda. Ha estat com el suplent que ha continuat entrenant-se sense repòs, confiant en que el mister al final comptaria amb ell.
Tot el que te a veure amb la Casamance es diu Kásuumaay. En aquell primer moment ens semblava la solució fàcil. Massa usada. Massa previsible. Però, Què us podem dir? A aquestes alçades i després de donar-li moltes voltes, creiem que no hi ha una expressió millor pel nostre projecte. De vegades passen aquestes coses, prenent una decisió molt conscienciosa arribes a la mateixa conclusió que amb la primera impressió. Tanmateix, per a nosaltres “Kásuumaay” no és un títol superficial. No és només la salutació. “Kásuumaay” estrictament vol dir “la pau”. “Kásuumaay” apareix fins a l’infinit a qualsevol conversa. “Kásuumaay” és el desig que un diolà transmet sistemàticament al seu interlocutor. “Kásuumaay”, segurament, es l’anhel més repetit de qualsevol casamancés. Per això mateix, “Kásuumaay” (la pau) és allò que l’equip del documental més comparteix amb les persones de les quals tant hem après. I “Kásuumaay” és el millor que us podem transmetre i desitjar-vos.
Així que, d’ara en endavant, digueu-li “Kásuumaay”, sentiu “Kásuumaay” i viviu “Kásuumaay”. Kásuumaay a tots vosaltres.
veinn
«Kássumaay» siempre me ha parecido una palabra preciosa…Me parece además que expresa muy bien lo que queréis transmitir en el documental. Enhorabuena al equipo por la decisión y por el gran trabajo! Qué ganas de verlo!!